Este año, los inspectores inspeccionaron 33 establecimientos de restauración en Palanga y encontraron violaciones en 23 de ellos.
La mayoría de las veces se debe a la falta de higiene o de termómetros en las instalaciones donde se almacenan los productos alimenticios. Según los inspectores, los alimentos suelen almacenarse en el mismo lugar donde se preparan.
“La carne y el pescado crudos deben manipularse en un lugar separado, en una zona separada de los productos alimenticios preparados, de las verduras y las frutas”, dijo el inspector Jūratė Derkintienė.
El alcalde de Palanga, Šarūnas Vaitkus, afirma que los establecimientos de restauración del complejo han mejorado mucho en la última década.