La ministra de Justicia, Alma Zadic (Verdes), ordenó a la Fiscalía que interpretara de forma más estricta el párrafo sobre espionaje del Código Penal en un decreto anunciado hace tiempo. En concreto, las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley deberían llevar a cabo actividades de espionaje, incluso si no van directamente en detrimento de Austria, informa Presse (en línea).
El motivo del cambio fue el caso del ex agente constitucional y presunto espía ruso Egisto Ott. Inicialmente, el gobierno quería reformar mediante ley el delito de “inteligencia secreta en perjuicio de Austria”. Pero eso no fue así: en septiembre, Zadic anunció un decreto. Desventaja: Con este procedimiento, “sólo” los ministerios públicos están obligados a seguir un enfoque uniforme en las instrucciones, pero a diferencia de la ley, la jurisprudencia no está sujeta a ella.
Castigo sólo por espionaje “en perjuicio de Austria”
Actualmente, el artículo 256 del Código Penal estipula que “quien establezca u gestione un servicio secreto de inteligencia o apoye dicho servicio de inteligencia en perjuicio de la República de Austria será castigado con una pena de prisión de seis meses a cinco años”. Este reglamento ha sido criticado durante mucho tiempo. Hasta ahora, la “desventaja” mencionada en la ley sólo se consideraba realizada si el espionaje iba directamente en detrimento de Austria, por ejemplo, si se espiaban instalaciones del ejército federal o autoridades nacionales.
El decreto ahora pretende ampliar esto: los intereses de Austria también deberían ser violados si “un servicio secreto de inteligencia funciona en detrimento de otro Estado miembro de la Unión Europea”. Esto podría tener como resultado “un impacto negativo en las relaciones políticas con países extranjeros”. Lo mismo debería aplicarse si se espiaran instituciones supragubernamentales o intergubernamentales ubicadas en Austria, como las Naciones Unidas o la OSCE. Esto al menos podría afectar a la reputación de Austria como lugar seguro y, en consecuencia, las instituciones podrían trasladarse.
Además, se violan los intereses de Austria cuando los espías transmiten “información sobre personas concretas en Austria”, por ejemplo sobre refugiados y disidentes.