Poco después de Navidad ha llegado el momento: la mayoría de los electrodomésticos nuevos vendidos en la Unión Europea tendrán un enchufe estándar. El enchufe de carga USB-C se convertirá entonces en el estándar para teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos eléctricos en toda la UE.
¿A qué dispositivos se aplica la política?
Para todos los teléfonos móviles, tabletas y cámaras digitales nuevos. Entonces todos deberían poder cargarse a través del enchufe de carga USB-C. Esto también se aplica a altavoces, auriculares, sistemas de navegación portátiles, ratones e impresoras. A partir de la primavera de 2026, todos los portátiles nuevos también deberían tener el enchufe de carga estándar.
Otros conectores que antes eran comunes, como el antiguo puerto micro-USB y el conector Lightning para iPhone, ya no se aplicarán según la nueva directiva.
¿Qué cambiará para los consumidores?
Idealmente, en el futuro los consumidores podrán cargar todos sus dispositivos con el mismo cable. Según la directiva, los dispositivos nuevos siempre deben ofrecerse sin cargador incluido. En el embalaje, los fabricantes deben indicar qué potencia necesita el dispositivo para cargarse y si admite carga rápida.
¿Cómo están reaccionando los fabricantes?
Apple se ha adaptado a la normativa con los modelos de iPhone 15 y 16 después de que la compañía estadounidense se resistiera inicialmente tras el acuerdo preliminar de la UE el año pasado. La empresa había criticado la ley por sofocar innovaciones como la carga inalámbrica.
Muchos dispositivos más nuevos se pueden cargar sin cable, pero actualmente requieren tiempos de carga más prolongados. Incluso los dispositivos con función de carga inalámbrica deben tener siempre un puerto USB-C según las normas de la UE.
¿Por qué la directiva llega ahora?
Las instituciones de la UE llevan más de 15 años trabajando en una regulación uniforme para los cargadores. Por primera vez en 2009, la Comisión acordó normas uniformes con la mayoría de los fabricantes en una declaración de intenciones. Sin embargo, estos no eran obligatorios y Apple no participó.
El acuerdo expiró en 2014. La industria no presentó una nueva propuesta hasta 2018, pero los fabricantes no satisficieron a la Comisión de la UE. Por ello, el Parlamento Europeo ha pedido en repetidas ocasiones una intervención judicial. Con la directiva actual, Apple también tiene que respetar los enchufes estandarizados.
¿Qué quiere lograr la Comisión de la UE?
Los nuevos requisitos pretenden reducir los residuos electrónicos en la UE en casi 1.000 toneladas al año y ahorrar miles de toneladas de CO2. Sobre todo, la Comisión espera que los consumidores utilicen sus cables durante más tiempo y compren menos cargadores. Hasta ahora se gastan en total unos 250 millones de euros al año en cargadores que realmente no son necesarios.