Se espera que en 2025 lleguen a Roma más de 30 millones de peregrinos y visitantes habituales. ¿Es eso demasiado para la ciudad, que ya está plagada de sobreturismo? La gastronomía y la hostelería de Roma ya están de fiesta. Las organizaciones de defensa del consumidor temen un aumento de los precios y propusieron un “pacto Carbonara”. Debería introducirse un límite de precio de 12 euros para platos romanos como los espaguetis a la carbonara, la pasta all’Amatriciana o el cacio e pepe.
Pero los romanos tienen una pregunta principal: ¿Se beneficiará la ciudad del aniversario? Al fin y al cabo, se gastaron en ello 3.400 millones de euros. ¿Será la ciudad más habitable en el futuro? ¿Será más eficiente el transporte público? ¿Desaparecerán las montañas de basura, especialmente en las zonas periféricas?
Los papas de antaño probablemente se sorprenderían del poco esplendor que se creó con este Año Santo en mente. En un artículo publicado recientemente, la historiadora del arte Sandrina Bandera hablaba, entre otras cosas, de la Piazza del Popolo. Con motivo del aniversario de 1675, el arquitecto Carlo Rainaldi recibió el encargo de construir las dos iglesias casi idénticas que caracterizan la plaza. “Un aniversario era una ocasión de especial generosidad en el sector del arte”, explica el historiador del arte al KURIER. “Al mismo tiempo, las magníficas representaciones de escenas religiosas servían para conmover a las personas y llevarlas así a la fe”.
Los tiempos han cambiado. Más transporte público, interruptores USB y pantallas táctiles en las paradas de autobús pueden resultar poco atractivos, pero son útiles. Y hay algo especialmente bonito que disfrutar: tras la renovación, la Fontana de Trevi vuelve a brillar con toda su belleza.