Apenas cuatro días después de un terremoto de magnitud 7,3, la tierra volvió a temblar en el estado de Vanuatu, en el Pacífico. Como anunció la estación estadounidense de seguimiento de terremotos USGS, el domingo por la noche se produjo otro terremoto de magnitud 6,1 frente a las costas del estado insular. Por tanto, el centro se encontraba a una profundidad de 40 kilómetros y a unos 30 kilómetros al oeste de la capital, Port Vila. Esta vez no se emitió una alerta de tsunami.
Al menos doce personas murieron en el terremoto del martes y varios edificios se derrumbaron en Port Vila. Debido a que la red de telefonía móvil también colapsó, inicialmente el domingo no hubo información sobre posibles víctimas o daños adicionales.
El estado insular de Vanuatu, al noreste de Australia, con sus 320.000 habitantes, se encuentra en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, donde chocan placas tectónicas, por lo que allí son frecuentes los terremotos. Vanuatu también está sufriendo el aumento del nivel del mar como resultado del cambio climático.
