El grupo directivo de negociadores de la coalición se reunirá el viernes en una reunión de participación abierta. Actualmente la situación se describe como bastante dramática. Si no se logran compromisos sobre cuestiones presupuestarias durante la ronda, las conversaciones podrían incluso fracasar antes de tiempo o al menos una de las tres partes negociadoras podría retirarse. Aún no está claro en qué plazo debería consolidarse el presupuesto y si de forma independiente o como parte de un proceso de la UE.
El ÖVP y NEOS preferirían abordar todo el asunto de forma independiente y sin la participación de la Unión. El SPÖ, por el contrario, sostiene que la variante del procedimiento de déficit permitiría una introducción más suave del ahorro, sobre todo al principio. Además de esta cuestión estructural, no está claro cómo debería consolidarse el presupuesto.
El SPÖ sigue presionando para que se reestructuren los ingresos y, en cualquier caso, quiere que los ricos contribuyan más. Sobre todo el ala económica del ÖVP, que es extremadamente crítica con la cooperación con el SPÖ, y el NEOS rechazan las medidas fiscales.
El viernes debería ser ahora un último intento para al menos llegar a un acuerdo sobre un camino común y, posiblemente, sobre los proyectos faro que faltan. Si esto no se consigue, no se puede descartar un fracaso prematuro por parte de varios lados. También es posible que sólo un socio, probablemente NEOS en el peor de los casos, se retire de las negociaciones.
