Primero llegaron a conocer al hombre como el perseguido conoce al cazador. Antes de utilizar caballos para sus trabajos, los mataba para obtener carne. La alianza con el hombre sería siempre frágil. Porque el miedo que hundió profundamente en sus corazones era demasiado profundo para poder desalojarlo. Desde aquel momento neolítico en que se enfrentó a un caballo por primera vez, hubo entre los hombres que lo entendieron. Pudieron ver el alma de la criatura y aliviar las heridas que encontraron allí. Los secretos contados en voz baja a oídos atribulados. Estos hombres eran conocidos como los Susurradores.
