Cuando Donald Trump volvió a anunciar hace dos semanas su reclamación sobre Groenlandia y ni siquiera quiso descartar la fuerza militar, se hizo un silencio rotundo en Bruselas. Pasaron dos días antes de que los presidentes de las dos instituciones más importantes de la UE reaccionaran. Luego Ursula von der Leyen por la Comisión de la UE y António Costa por el Consejo Europeo hicieron declaraciones idénticas en las que la palabra Groenlandia ni siquiera aparecía. Estados Unidos es “uno de nuestros socios más cercanos”, dijo, y la UE “siempre protegerá a nuestros ciudadanos y la integridad de nuestras democracias e instituciones”. Esperamos una cooperación positiva con el próximo gobierno de EE.UU., porque en un mundo duro somos más fuertes juntos. Eso fue todo.