Se esperaba que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cancelara el crédito de 7.500 dólares para la compra de un coche eléctrico. Pero sorprendió que también se suspendiera la financiación de la infraestructura de carga.
Al menos estos planes se están discutiendo en el equipo de transición de Trump, al igual que el bloqueo de la importación de automóviles, componentes y materiales para baterías de China. En cambio, el dinero debería destinarse a la producción nacional de materiales para baterías, donde la excesiva dependencia de China se considera una amenaza.