En el caso de sustancias adictivas conocidas desde hace mucho tiempo, como el alcohol, las drogas y los juegos de azar, sobre las que existe conocimiento tradicional, se intenta mantener a los niños alejados de ellas mediante normas como prohibiciones y restricciones de edad, afirmó el experto en adicciones: “También Necesitamos esa actitud para las aplicaciones basadas en Internet, como los juegos o las redes sociales”.
Gauls ve peligros no sólo en el uso excesivo, sino también en contenidos inapropiados para la edad, como la ografía. Los niños y jóvenes todavía no pueden afrontar gran parte de lo que ven en las redes sociales. “Por eso hay que protegerlos”, explicó Gauls. La regulación gubernamental también ayuda.
La ley australiana, única a nivel mundial, exige que las empresas de redes sociales impidan sistemáticamente que los menores de 16 años se registren en sus plataformas. Los operadores de redes deberán introducir controles de edad efectivos. Si no lo hacen, las plataformas se enfrentan a multas que ascienden a millones. Los proveedores de la plataforma tienen un año para implementarla.