“La incapacidad de Rusia o su fracaso deliberado para fortalecer el régimen de Assad a pesar del rápido avance de las fuerzas de oposición en todo el país también dañará la credibilidad de Rusia como socio de seguridad confiable y eficaz en todo el mundo”.dice el análisis. “Esto, a su vez, tendrá consecuencias negativas para la capacidad de Putin de conseguir apoyo global para su objetivo deseado de un orden mundial multipolar”.
El propio Assad, a quien, según el Kremlin, Rusia afirma haberle “concedido asilo por motivos humanitarios” después de huir de Siria, puede haber sobrevivido, comenta ISW. Sin embargo, Moscú no logró su objetivo real de evitar la pérdida de poder de Assad. También es cuestionable hasta qué punto Rusia puede mantener ahora su presencia militar estratégicamente importante en la región. Según ISW, es probable que la influencia rusa a favor de Assad desde 2015 haga extremadamente difícil para los rusos establecer una buena relación con las fuerzas de oposición fortalecidas en el país.