Los milaneses también pueden celebrar la Navidad, pero a veces a su manera contundente y muy pragmática. La fachada de los grandes almacenes La Rinascente está completamente cubierta estas semanas con un letrero de neón en rojo y blanco que se mueve en patrones que cambian rápidamente. El templo de lujo en diciembre se llama “Fábrica de Navidad”. A las mentes sensibles puede resultarles molesta un compromiso tan evidente con el consumismo durante el Adviento, justo enfrente de la catedral. Pero la iglesia simplemente retrocede, porque frente a su fachada norte hay una gran pantalla de vídeo colocada en un andamio. Entre clips publicitarios de Bulgari y otras marcas de lujo, de vez en cuando se muestra una breve explicación de que los beneficios se destinarán a la renovación de la iglesia.
