¿De verdad ahora? Los estudios van bien, pero la hija de la brillante vecina se da el gusto de entrenar. Para que tu buena vida transcurra un poco mejor después de tu muy buen diploma de secundaria. Para este joven de 19 años esto es normal: “Siempre surge algo que discutir y en lo que debería centrarme. ¿Qué habla en contra de ello?