La verdadera campaña electoral no comienza hasta enero, dicen en Berlín. Pero las escaramuzas preliminares de estas semanas muestran a la Unión que el camino hacia la Cancillería no es tan seguro como parecía. El jefe del CSU, Markus Söder, hizo que el sindicato se enredara, pero a Friedrich Merz también le faltó seguridad. La Unión sigue siendo favorita, pero los nervios están más tensos que hace unas semanas. Sobre todo, el debate sobre una coalición con los Verdes ha “dañado” a la CDU, como dice el círculo de dirigentes del partido. ¿La campaña electoral amenaza con volverse inesperadamente dramática?