Incluso en las casas que surgieron de Palisades, Eaton y otros incendios sin daños estructurales importantes, los incendios dejaron una impresión.
En algunas viviendas supervivientes se ha detectado olor a “fogata química”, según informa el New York Times.
“Esta fue la desconcertante realidad que enfrentaron miles de personas desplazadas en Los Ángeles, cuando se les permitió regresar a sus hogares este fin de semana por primera vez desde que huyeron de las tormentas de fuego”, informa el Times. “Sus casas habían escapado a la aniquilación que quemó otras 12.000 estructuras, pero aun así estaban llenas de cenizas y humo”.
Algunas casas pudieron sobrevivir a los incendios, debido a diseños arquitectónicos o simplemente suerte. Sin embargo, incluso si la estructura permanece en pie, persisten otros peligros en las zonas afectadas por el incendio.
“Las propiedades han sufrido daños increíbles”, dijo en una sesión informativa el director de Obras Públicas del condado de Los Ángeles, Mark Pestrella. “Están llenos de sedimentos, escombros, limo y materiales peligrosos”.
El nivel de devastación indica que, además de docenas de estructuras históricas y destacadas perdidas, muchas más pueden requerir una rehabilitación exhaustiva antes de que puedan volver a sus usos anteriores al incendio.
