LOS ÁNGELES (CNS) — Metro ha finalizado la instalación de barreras en toda su flota de autobuses que encierran completamente a los conductores para su protección, una medida motivada por un aumento en las agresiones contra los operadores de autobuses, anunciaron funcionarios el martes.
Un total de 2.105 autobuses recibieron barreras de vidrio templado irrompibles, construidas de acero y material laminado de baja reflectividad. El diseño y la fabricación se completaron internamente en las Instalaciones de Mantenimiento Central de Metro en el centro de Los Ángeles, y la mayor parte del trabajo de instalación fue realizado por personal de las divisiones operativas.
Metro utilizó alrededor de 55.000 pies cuadrados del material, suficiente para cubrir todo un campo de fútbol, dijeron las autoridades.
En abril, la junta directiva de Metro aprobó una moción de adquisición de emergencia para acelerar la instalación. El lunes, Metro instaló la última barrera, lo que convirtió a la agencia de transporte en la primera del país en modernizar toda su flota de autobuses con dicha protección.
Las barreras añaden una capa adicional de seguridad para los conductores contra ataques físicos como puñetazos, agarres o lanzamientos de objetos, y contra escupitajos.
Un hombre de 45 años fue arrestado en relación con el tiroteo contra un conductor de autobús de Metro, su ex novia, en East Hollywood el mes pasado, dice la policía.
Las barreras ya están teniendo un impacto. Metro dijo que en los autobuses equipados con barreras de abril a septiembre, los conductores tenían un 58% menos de probabilidades de ser agredidos y también ha habido una disminución significativa en los incidentes de escupitajos.
El sistema de autobuses de Metro es el segundo más transitado de Estados Unidos. La agencia ha proporcionado más de 222,7 millones de viajes en autobús desde noviembre en un área de servicio de 1.447 millas cuadradas con más de 12.000 paradas de autobús.
Metro ha agregado cámaras a bordo, grabadoras de video digitales y botones de emergencia que los operadores pueden usar para pedir ayuda. La agencia también ordenó capacitación para reducir las tensiones y lanzó una campaña “Vea algo, diga algo” para alentar a los pasajeros a informar problemas y mantenerse alerta.
Según la ley estatal, las agresiones a los conductores de autobuses se castigan con hasta tres años de prisión y una multa de 10.000 dólares.
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