la carrera
Los logros de los campeones en esta temporada de la Liga de Campeones de Hockey no se pueden subestimar. Salzburgo no se regodea y luego tiene suerte en el frente. No, la policía literalmente pisotea a sus oponentes. Esto lo vivió, por ejemplo, el Pelicans Lahti en octavos de final. Los finlandeses llegaron a Salzburgo con esperanzas tras la derrota por 2-1 en el partido de ida y el 5-0 en el Volksgarten. Salzburgo avanzó con un marcador global de 7:1. Los entrenadores de Lahti parecían consternados.
Morir a la defensiva
El Salzburgo sólo encajó una media de 1,67 goles en los primeros nueve partidos. Este es el mejor valor de todos los equipos. Una de las razones de esta brillante actuación es el portero Atte Tolvanen, cuyo último mal día debió haber sido en el jardín de infancia. Su sustituto, David Kickert, también tuvo un desempeño sobresaliente en tres partidos.
La estructura del equipo
El entrenador Oliver David dijo recientemente: “Nunca he tenido un equipo que sea tan fácil de entrenar. Muchas veces no tengo que decir nada en absoluto. Lo solucionan todo por sí solos”. La mezcla de personajes y la mezcla de jóvenes y experimentados es lo que lo hace así. Y, por supuesto, el reparto de roles en el hielo: Thomas Raffl (38) no gana todos los duelos de patinaje, pero aun así lanza con fuerza su cuerpo musculoso de 106 kilos en los duelos.
El papel de outsider
Los resultados del Salzburgo esta temporada no pueden ser lo suficientemente impresionantes como para garantizar que los campeones suecos no subestimen a los austriacos. La ventaja de dos goles del partido de ida se puede recuperar en unos segundos. Esto podría adormecer a Färjestad con una falsa sensación de seguridad. Porque Salzburgo es muy eficiente. Según las estadísticas, los Bulls crearon 20 ocasiones de gol en nueve partidos, pero acabaron con 30.