El Museo Belga de Ciencias Naturales de Bruselas alberga lo que a primera vista parece ser un hueso corriente y corriente. Mide unos diez centímetros de largo y proviene de un babuino. Esto por sí solo no justifica un lugar destacado en una exposición. Sin embargo, desde la perspectiva de los expertos, este hueso es espectacular: contiene evidencia de que la humanidad tenía una comprensión simple de las matemáticas en una etapa muy temprana de su desarrollo.