Para los padres de niños pequeños, las vacaciones ya no son lo que eran antes de que nacieran los niños. Ya no duermes hasta el mediodía, te regalas menos cócteles por la mañana y ya no pasas el día principalmente entre el bar de la piscina, la tumbona de la playa y la habitación del hotel. Se trata más bien de mantenerse ocupado y activo con los más pequeños, planificar y organizar viajes y la eterna batalla contra el enemigo hereditario de los niños de vacaciones: ¡el aburrimiento!